Alguien reprocho a Diogenes «Te dedicas a la filosofía y nada sabes» él le respondió: «Aspiro a saber, y eso es justamente la filosofía»

jueves, 30 de agosto de 2012

Más Flow


Joven Cicerón leyendo, de Vincenzo Foppa

Tranquilos!! no salgan despavoridos del blog. Esta publicación no está dedicada al último éxito reguetonero, sino al bienestar. Muchos hemos experimentado (o con más precisión, según una encuesta hecha a 6469 alemanes: un 23%  de forma frecuente, un 40% a veces, un 25% raramente y el 12% nunca/no sabe) la experiencia del Flow. Como cuando leemos un libro que nos envuelve y las páginas se van consumiendo rápidamente, o cuando nos preparamos para un examen y nos quedamos absortos observando la tecnología de la tapa del esfero, o mientras realizamos un trabajo rutinario de forma continua hasta completarlo. Todas esas experiencias se enmarcan en el Flow.

El termino Flow -fluir-, acuñado por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, consiste en un estado placentero en el que una persona está absorta en una actividad que le motiva y que puede desempeñarla por un tiempo prolongado (Rodríguez et al s/f, 3). El Flow se presenta en situaciones en las que existen objetivos claros a ser alcanzados, de forma que la persona no tenga que cuestionar su labor sino únicamente desempeñarla. Este caballero, junto con otros psicólogos, es pionero en los estudios sobre la felicidad y en la llamada Psicología Positiva.

La Psicología Positiva es eso: psicología, pero desde otra perspectiva. La psicología tradicional se ha centrado en la experiencia anómala. Los trastornos de la conducta así como la terapéutica a ser utilizada en tales casos, ha marcado el estudio de la conducta humana por lustros. La fisiología ha aportado a través de los descubrimientos de la relación entre hormonas y placer pero no ha habido una disciplina dedicada exclusivamente al bienestar psíquico de las personas (con o sin trastornos). La psicología positiva, entonces, trata de buscar ya no la patología sino las virtudes y experiencias que puedan contribuir a una vida más dichosa.

La experiencia del Flow es parte de esta psicología positiva. Las tradiciones contemplativas orientales y occidentales han hecho uso del flow de diversas maneras. La meditación, los ejercicios -verbales o físicos- repetitivos (tipo mantram), los ritos con componentes monótonos, y que en general requieren de focalizar la atención y repetirlos de forma voluntaria, llevan a la persona a un estado absorto que lo aleja del estrés y el sentimiento de incapacidad (y de paso de la elección, que suele ser bastante estresante).

De ahí la relevancia de buscar mecanismos que nos brinden estados mentales positivos. No es algo de solo pensarlo (así seria sencillo para todos, no) requiere un trabajo continuo y no exento de caídas. Recordemos que las hormonas del estrés hacen su agosto en la mente no ocupada. Actividades recreativas como el bricolaje, jardinería, origami, lectura, ejercicio relajado, etc. nos permiten acercarnos al flow. Csikszentmihalyi nos dice que, paradójicamente, los periodos más complejos para lograr el flow son los ratos libres porque no tienen un objetivo fijo (como cuando se juega o desempeña un trabajo) y esta experiencia nos aleja del flujo. Por lo tanto es necesario buscar actividades que nos envuelvan, sean significativas, nos brinden satisfacción y nos acerquen mas al flow!!

Referencias:

Csikszentmihalyi, M (1997) “Finding Flow”
Rodriguez, A., Cifre, E., Salanova, M. (S/f)“Analizando el Flow: Experiencias óptimas en el uso de Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) en estudiantes” Universidad Jaime I.

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